Osteopatía y Fisioterapia Guadalajara

Posturología

Posturología y osteopatía

La posturología es una técnica de diagnóstico. No se trata, por tanto, de ergonomía ni se refiere a cómo debemos sentarnos o cómo debemos levantar pesos. La posturología es un método que evalúa las causas de los problemas más frecuentes del sistema musculo-esquelético, los cuales son causados por los desequilibrios del sistema tónico-postural. Es el estudio exhaustivo de los mecanismos de control de la postura humana. La posturología valora la influencia de las vías de entrada del control postural, y son coordinados a través del cerebelo (ojo, pie, oclusión, articulación témporo-mandibular) y su relación con problemas o patologías del paciente, buscando la causa del desequilibrio y su más efectivo tratamiento multidisciplinario.

Creada por Pierre Marie Gagey y Bernard Weber, practicada en Francia desde hace más de 50 años, la posturología empieza a ser conocida en nuestro país por sus excelentes resultados en el tratamiento de vértigos, dolores de cabeza, cervicalgias o lumbalgias, hernias discales, protrusiones, así como en la prevención de malas oclusiones de mandíbula, en problemas de lectura y malos resultados escolares debido a disfunciones en el enfoque ocular.
La posturología es una especialidad pluridisciplinar que estudia la postura del hombre en el espacio, su equilibración estática y dinámica. En ella actúan profesionales como podólogos, ópticos comportamentales y odontólogos, todos ellos coordinados por el osteópata, el cual realiza un estudio personalizado, y es capaz de derivar al paciente a diferentes especialistas si así lo precisa, para optimizar la información postural que recibe el cerebro través de los captores del equilibrio.
No es una terapia como se suele decir, sino una herramienta de análisis o diagnóstico. La finalidad de la posturología clínica es trabajar sobre las causas sin contraindicación de otras técnicas que actúan sobre los efectos y síntomas, al contrario, aumentando la eficacia de éstos.
A partir de una visión unitaria, global y causal del cuerpo humano, todo puede ser corregido y de forma permanente.

Cuando un paciente se queja de sensaciones de inestabilidad, post-traumatismo craneal, lumbalgias, cervicalgias, mareos, cefaleas, jaquecas, vértigos, coxartrosis, gonalgias y podalgias, es frecuente que exista un desequilibrio postural debido a una desregulación de los captores posturales.
Nos mantenemos de pie automáticamente gracias a un sistema de control fino que capta la menor variación de posición del cuerpo con su entorno. Este sistema usa exocaptores (ojo, oído, pie) y endocaptores (propiocepción de los músculos del raquis, miembro inferior, músculos oculomotores, mandíbula y articulación temporomandibular, etc). Todos ellos integran el equilibrio ortoestático.
La posturologia es una especialidad que estudia e integra el sistema postural fino. Por medio de test clínicos, permite saber la causa primaria de la disfunción. Con su conocimiento, con pruebas clínicas y exámenes estabilométricos, el terapeuta va a hacer un diagnostico del origen del problema de su paciente y con un método organizado y racional de técnicas osteopáticas especificas aplicadas al caso, el osteópata puede hacer un tratamiento con éxito. Además, la posturologia dispone de un análisis objetivo para valorar un síndrome postural y confirmar los test clínicos, así como ayudar en el diagnóstico diferencial: la plataforma de posturografía o estabilometría, que analiza y registra la posición y los desplazamientos de la proyección del centro de gravedad del sujeto en el interior de su polígono de sustentación. En corto espacio de tiempo nos permite saber si una persona sufre un síndrome postural y además podemos conocer de inmediato los resultados del tratamiento, ya sea una placa de descarga dental, una lente, una plantilla, una manipulación o una reeducación postural. Las evaluaciones periódicas objetivan la evolución del proceso causante de la alteración del equilibrio estático.

Trabaja fundamentalmente sobre el pie, utilizando una serie de plantillas personalizadas en las que se colocan diversos elementos en función del problema a resolver. Estos elementos pueden ser:

  • Alzas y cuñas: Con un máximo de 3 mm de altura tienen como finalidad ayudar a corregir las básculas y rotaciones. Son unas plantillas individualizadas, flexibles, manejables y muy cómodas de llevar. Pueden ser compatibles con unas plantillas ortopédicas. A estas plantillas se les llama plantillas posturológicas.
  • Prismas: A través del uso de prismas en las gafas, reposicionaremos y optimizaremos la movilidad ocular, para equilibrar la información que viene de los ojos y evitar que varíen nuestra sistema postural.
  • A través de aparatos odontológicos, el odontólogo equilibrará la mordida así como la articulación temporomandibular (ATM), consiguiendo, como antes, dar al cerebelo una información postural correcta que nos evite adaptaciones en el resto del cuerpo.

La duración del tratamiento depende de cada paciente, aunque puede durar un año aproximadamente, durante el cual se van utilizando diversas plantillas con el fin de llevar a cabo lo que se denomina reprogramación postural.
Por otro lado, el enfoque ocular se trabaja por medio de ejercicios específicos que, en algunas ocasiones, deben completarse con la ayuda de un optometrista. En el pie, podemos obtener distintas informaciones: la propiocepción muscular y articular del pie y del tobillo, pero sobre todo la exterocepción cutánea de la planta del pie, es extremadamente rica en exteroceptores.

La osteopatía es un tratamiento o terapia natural muy eficaz en los casos de hernia discal lumbar ya que trata de curar la causa real del problema. Es sin duda el mejor de los tratamientos conservadores para las hernias discales. Cada persona responde a un tratamiento diferente, por lo que primeramente hay que hacer un estudio previo del paciente, a fin de determinar la causa que ha producido dicha lesión.

Posteriormente se hace un examen osteopático para determinar las lesiones actuales. En este estudio tendremos presentes los acortamientos musculares, posturas antiálgicas, posibles fijaciones viscerales, lesiones pélvicas, etc.

Seguidamente hay que restablecer la movilidad del conjunto lumbar mediante una normalización manipulando las vértebras que sean precisas para su correcta movilidad. Tratamiento de los tejidos blandos, tratamiento postural. Con técnicas más específicas como la flexión-distracción, se consiguen muy buenos resultados, llegando a evitar muchas veces tratamientos más agresivos y cirugías, según el tipo de hernia discal.

 El principal objetivo de la osteopatía para el tratamiento de las hernias discales lumbares en fase aguda, es disminuir el dolor, ésto se consigue principalmente mediante dos técnicas:

1º- Manipulaciones del segmento vertebral afectado, en función del tipo de hernia. Por ejemplo: para una hernia paramedial derecha, el objetivo en una manipulación en rotación es separar la hernia de la raíz nerviosa.

2º- Bombeo del disco intervertebral mediante el sistema de flexión-distracción. La finalidad de esta terapia es ejercer una presión negativa (efecto de succión). Es bastante potente y suele dar resultados desde las primeras sesiones.

Estas son sólo dos técnicas de las más utilizadas en el tratamiento osteopático para las hernias discales. Muchas personas que sufren de hernias discales han encontrado por fin en la osteopatía una solución. Los resultados obtenidos mediante el tratamiento con osteopatía son muy satisfactorios, en un gran porcentaje los síntomas remiten en poco tiempo de comenzar el tratamiento. También es necesario la colaboración del paciente para fortalecer la espalda con ejercicios específicos, estiramientos, y especialmente ejercicios de Pilates.

Tenemos 174 receptores nerviosos por cm2 en el arco plantar que informan al sistema nervioso autónomo (SNA) de la temperatura, el deslizamiento de la piel o el peso a repartir…entre otras muchas cosas. Hay que tener en cuenta que el cuerpo humano es una estructura vertical apoyada en una pequeña estructura horizontal, el pie. Los pies representan, de este modo, la base de nuestra sustentación y, por tanto, son los encargados de repartir y amortiguar el peso de nuestro cuerpo. Consecuentemente, su funcionalidad es esencial para poder mantener la verticalidad.
Nuestra visión del pie debe también evolucionar, clínicamente el pie puede presentarse de tres maneras diferentes:

  • Como elemento causativo, es entonces responsable de un desequilibrio postural que su patología provoca.
  • Como elemento adaptativo, el pie tapona entonces un desequilibrio que viene de arriba (generalmente del ojo o de los dientes): es una víctima. Inicialmente la adaptación es reversible, el pie se fija a continuación, persistiendo el desequilibrio subyacente.
  • Como elemento mixto que es a la vez causativo y adaptativo.
  • Dolores musculoesqueléticos: especialmente en la cronificación de los mismos, lumbalgias, dolores escapulotorácicos, cervicalgias, artrosis, trastornos mandibulares, etc.
  • Disfunciones neurovestibulovasculares, migrañas, vértigos, acúfenos, insomnio, etc.
  • Disfunciones radiculares, ciatalgias, neuralgias cervicobraquiales, neuralgia del trigémino, etc.
  • Simpaticotonías y vagotonías, estrés, ansiedad, cansancio, astenia, etc.
  • Trastornos neurovegetativos: alteraciones digestivas, taquicardias, hipertensión, trastornos respiratorios, etc.
  • Trastornos neurocomportamentales, depresión, ansiedad, déficit de atención, etc.

Prevención en general de cualquier sintomatología originada por un desarreglo postural.

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